𝗟𝗮 𝗿𝗲𝗶𝗻𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗿𝗼𝗺𝗽𝗶𝗼́ 𝗹𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗴𝗹𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝗳𝗹𝗼𝗿𝗲𝘀 👸💐
Pocas reinas han pasado a la historia sin perder importancia durante el paso de los siglos como la Reina Victoria.
Muchos aspectos de ella como su personalidad, boda y demás acontecimientos que sucedieron en su país mientras ella estaba en el trono la inmortalizaron y le dieron tal importancia suficiente para homenajearla nombrando el periodo en el que vivió con su nombre como "la época victoriana".
Pero no es solo por esto que la reina Victoria es famosa hasta el día de hoy, si no por ser la inspiración de la tendencia que hasta el día de hoy se sigue llevando a cabo, de que las novias porten un vestido blanco el día de su boda.
Nunca un vestido de novia fue tan comentado ni tan imitado, no sólo en su estilo sino en su simbología: desde los bordados, hasta el color.
Victoria escogió para su vestido el color blanco, algo bastante inusual en las novias de la época. A partir de ese momento fueron muchas las novias que optaron por el blanco para sus vestidos de novia como imitación a la elección de la monarca.
Es importante recalcar que como muestra de apoyo a su país decidió hacer su vestido con los textileros de gran bretaña, su reino, para solidarizarse ya que no pasan por un buen momento.
Victoria no usó ni corona ni tiara en su boda; su elección fue una sencilla guirnalda hecha con flores de naranjo, como símbolo de la fertilidad, además de que quería mostrarse como una novia más el día de su boda en muestra de humildad. La guirnalda sujetaba su velo de 3 metros y medio de largo y casi un metro de ancho y al final de la boda pidió la bañaran en cera para preservarla
La flor de naranjo adornaba también el escote de su vestido en un pequeño ramillete, una idea de embellecer los vestidos de novia con esta flor que también se convertiría en una costumbre entre las novias de la época y las de la realeza europea en generaciones posteriores.
Muchos aspectos de ella como su personalidad, boda y demás acontecimientos que sucedieron en su país mientras ella estaba en el trono la inmortalizaron y le dieron tal importancia suficiente para homenajearla nombrando el periodo en el que vivió con su nombre como "la época victoriana".
Pero no es solo por esto que la reina Victoria es famosa hasta el día de hoy, si no por ser la inspiración de la tendencia que hasta el día de hoy se sigue llevando a cabo, de que las novias porten un vestido blanco el día de su boda.
Nunca un vestido de novia fue tan comentado ni tan imitado, no sólo en su estilo sino en su simbología: desde los bordados, hasta el color.
Victoria escogió para su vestido el color blanco, algo bastante inusual en las novias de la época. A partir de ese momento fueron muchas las novias que optaron por el blanco para sus vestidos de novia como imitación a la elección de la monarca.
Es importante recalcar que como muestra de apoyo a su país decidió hacer su vestido con los textileros de gran bretaña, su reino, para solidarizarse ya que no pasan por un buen momento.
Victoria no usó ni corona ni tiara en su boda; su elección fue una sencilla guirnalda hecha con flores de naranjo, como símbolo de la fertilidad, además de que quería mostrarse como una novia más el día de su boda en muestra de humildad. La guirnalda sujetaba su velo de 3 metros y medio de largo y casi un metro de ancho y al final de la boda pidió la bañaran en cera para preservarla
La flor de naranjo adornaba también el escote de su vestido en un pequeño ramillete, una idea de embellecer los vestidos de novia con esta flor que también se convertiría en una costumbre entre las novias de la época y las de la realeza europea en generaciones posteriores.
La reina marco la diferencia entre las otras reinas por diferentes razones, pero fue la primera en generar modas tan duraderas y en incluir dentro de esta misma, flores de un tipo en específico.
